¿Que pasa si se debilita el suelo pélvico?

Hola, queridas lectoras. Hoy vamos a hablar de un tema que, aunque pueda resultar incómodo, es de vital importancia para nuestro bienestar y calidad de vida: el suelo pélvico. Sí, ese conjunto de músculos que muchas veces pasamos por alto, pero que juega un papel crucial en nuestra salud íntima.

Según los datos, el 69% de las mujeres que sufren incontinencia urinaria nunca han tratado la salud de su suelo pélvico. ¿Sorprendente, verdad? La pérdida involuntaria de orina es un problema del que nadie quiere hablar, pero que millones de mujeres de todas las edades enfrentan en silencio.

¿Sabías que en la mayoría de los casos, la solución a la incontinencia pasa por un buen entrenamiento del sistema pélvico? Así es, con los ejercicios adecuados y algunos cambios en nuestros hábitos, podemos decirle adiós a esos temidos escapes y recuperar la confianza en nuestro cuerpo.

Con este artículo, quiero guiarte a través de todo lo que necesitas saber sobre el suelo pélvico, cómo cuidarlo y recuperarlo si lo has descuidado. Prepárate para descubrir secretos y trucos que te cambiarán la vida, ¡porque una vez que domines este tema, nunca más tendrás que preocuparte por los accidentes!

¿Qué es el suelo pélvico y por qué es tan importante?

Antes de entrar en materia, permíteme explicarte brevemente qué es el suelo pélvico y por qué debemos prestarle atención.

El suelo pélvico está formado por un conjunto de músculos y tejidos que se encuentran en la parte inferior de la pelvis y que actúan como un verdadero sistema de soporte para nuestros órganos pélvicos.

Estos músculos son fundamentales para mantener la continencia urinaria y fecal, es decir, para evitar las fugas involuntarias de orina o heces. Además, juegan un papel crucial durante el embarazo y el parto, y son esenciales para una vida sexual plena y satisfactoria.

Desafortunadamente, con el paso del tiempo, el sobrepeso, el embarazo, el parto y otros factores, estos músculos pueden debilitarse, lo que puede provocar problemas como la incontinencia urinaria, los prolapsos de órganos pélvicos e incluso dificultades en las relaciones íntimas.

Pero no te preocupes, ¡hay solución! Y es más sencilla de lo que crees. A continuación, te explicaré cómo recuperar y mantener un suelo pélvico fuerte y saludable.

Los ejercicios de Kegel: la clave para un suelo pélvico fuerte

Seguramente has escuchado hablar de los ejercicios de Kegel, pero es posible que no los hayas puesto en práctica o que los hayas hecho de manera incorrecta. Estos ejercicios, creados por el ginecólogo Arnold Kegel en la década de 1940, son la base para fortalecer los músculos del suelo pélvico.

Los ejercicios de Kegel consisten en contraer y relajar los músculos del suelo pélvico de manera consciente y repetida. Es como si estuvieras tratando de detener el flujo de orina o de gas. Cuando los haces correctamente, deberías sentir una sensación de «elevación» en la zona pélvica.

Ahora, aquí viene lo importante: no todas las mujeres necesitan hacer ejercicios de Kegel para recuperar su suelo pélvico, y en algunos casos, pueden ser contraproducentes si no se realizan bajo la guía de una profesional. Sin embargo, los ejercicios de Kegel o contracciones del suelo pélvico son los únicos ejercicios que han demostrado mejorar la fuerza de estos músculos, mejoran la circulación de la zona y la conciencia corporal.

Si decides practicar los ejercicios de Kegel por tu cuenta, asegúrate de hacerlos correctamente. Contrae los músculos del suelo pélvico durante 5-8 segundos, relájate durante 5-8 segundos y repite el proceso. Puedes comenzar con 10 repeticiones y aumentar gradualmente hasta llegar a 30 o más. Intenta hacer estos ejercicios al menos tres veces al día.

Yo personalmente no conto la repeticiones, lo realizo durante 5 minutos, la mañana en el coche mientras voy al trabajo, a las 3 cuando vuelvo con el coche del trabajo y la ultima serie por la noche cuando me acuesto. Esta es mi manera de no saltarme ni una sección….

¿Y si necesitas algo más que los ejercicios de Kegel? No te preocupes, hay más opciones disponibles.

Como mencioné anteriormente, el suelo pélvico forma parte de un sistema más amplio que incluye el abdomen profundo, la pelvis, las caderas, el diafragma y la zona lumbar. Por lo tanto, es fundamental no solo trabajar la fuerza del periné, sino también su resistencia y su relación con el resto del cuerpo.

Una de las mejores formas de lograr esto es a través de ejercicios globales que ayuden a activar el suelo pélvico y que incorporen empujes con brazos y piernas, así como ejercicios de equilibrio. Estos ejercicios trabajan todo el sistema de manera integral y ayudan a fortalecer los músculos de apoyo.

Además, es imprescindible entrenar la postura, la respiración y la movilidad de caderas, pelvis, columna y tórax. Una mala postura o una respiración incorrecta pueden ejercer presión adicional sobre el suelo pélvico y empeorar los problemas existentes.

Si bien es cierto que los ejercicios de fuerza o de impacto, como correr o saltar, tienen la reputación de ser dañinos para el suelo pélvico, esto no es del todo cierto. En la mayoría de los casos, lo que sucede es que la mujer ya tenía algún problema relacionado con estos músculos, y al realizar actividades de alto impacto, estos problemas se manifiestan en forma de pérdidas de orina, dolor o pesadez.

Pero no te preocupes, ¡no tienes que renunciar a tu rutina de ejercicios favorita! Con la guía adecuada y algunas adaptaciones temporales, puedes seguir disfrutando de tus actividades mientras trabajas en la recuperación de tu suelo pélvico.

Aquí te dejo un video de @carolinavalenciatrigo

Herramientas adicionales para fortalecer el suelo pélvico

Además de los ejercicios, existen algunas herramientas que pueden ser de gran ayuda en el camino hacia un suelo pélvico más fuerte. Una de ellas son los ejercitadores intravaginales, como KegelSmart 2 y las esferas pélvicas Laselle de INTIMINA.

Estos dispositivos se insertan en la vagina y, mediante contracciones conscientes, ayudan a trabajar y fortalecer los músculos del suelo pélvico de una manera más efectiva y personalizada. Además, algunos de ellos incluso pueden guiarte a través de rutinas de entrenamiento y rastrear tu progreso.

Otra opción es el uso de estimuladores eléctricos o dispositivos de biofeedback, que pueden ser particularmente útiles en casos más complejos o cuando se necesita una rehabilitación más intensiva.

Recuerda que, antes de utilizar cualquier dispositivo o herramienta, es importante consultar con un profesional de la salud para asegurarte de que es la opción adecuada para ti y que estás utilizándola correctamente.

La importancia de una evaluación profesional

Aunque los ejercicios y herramientas mencionadas pueden ser muy beneficiosos, es crucial que antes de comenzar cualquier programa de entrenamiento para el suelo pélvico, consultes con un fisioterapeuta o especialista en salud pélvica. Cada cuerpo es único y los problemas del suelo pélvico pueden tener diferentes causas y niveles de gravedad.

Una fisioterapeuta especializada en suelo pélvico podrá evaluar tu caso de manera individualizada y diseñar un plan de tratamiento personalizado que aborde tus necesidades específicas. Ella te guiará en la realización correcta de los ejercicios, te recomendará las herramientas más adecuadas y te enseñará técnicas para mejorar tu postura, respiración y hábitos en el baño, factores que influyen enormemente en la salud del suelo pélvico.

No dejes que el tiempo pase sin tratar tu suelo pélvico deteriorado. Cuanto más tiempo dejes pasar, más difícil será la recuperación y, en casos extremos, podrías necesitar tratamientos más invasivos que el ejercicio y los cambios en el estilo de vida.

Cuidar tus hábitos en el baño

Hablando de hábitos, uno de los aspectos más importantes y a menudo pasados por alto es la forma en que vamos al baño. Tanto la forma en que orinamos como la forma en que defecamos pueden tener un impacto significativo en nuestro suelo pélvico.

Por ejemplo, ir al baño cuando la vejiga está muy vacía o muy llena puede ejercer una presión innecesaria sobre el periné. Asimismo, la necesidad de empujar o no ir al baño con regularidad también puede afectar negativamente a estos músculos.

Por eso, es fundamental aprender técnicas adecuadas para orinar y defecar, como relajar los músculos pélvicos en lugar de empujar, evitar aguantar demasiado tiempo y establecer un horario regular para ir al baño. Tu fisioterapeuta puede enseñarte estos hábitos saludables y ayudarte a corregir cualquier práctica dañina.

Un suelo pélvico fuerte, una vida plena

Espero que después de leer este artículo, hayas comprendido la importancia de cuidar tu suelo pélvico y que te sientas empoderada para tomar medidas al respecto. Recuerda, un suelo pélvico fuerte y saludable no solo te librará de las molestas fugas de orina, sino que también te permitirá disfrutar de una vida más plena, con confianza y sin limitaciones.

No dejes que la vergüenza o el tabú te impidan buscar ayuda. Habla con tu médico o busca a un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico. Ellos te guiarán en el camino hacia una recuperación exitosa, sea cual sea el estado actual de tus músculos pélvicos.

Toma el control de tu salud íntima y libérate de los temores y las restricciones que un suelo pélvico débil puede causar. Con los ejercicios adecuados, las herramientas correctas y los hábitos saludables, podrás recuperar la fuerza y la confianza que mereces.

Recuerda, este es un proceso, y puede llevar tiempo y dedicación, pero los resultados valen la pena. Así que, ¿estás lista para comenzar tu revolución del suelo pélvico? ¡Adelante, guerrera! Tu cuerpo te lo agradecerá.

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