¿Cómo conseguí gestionar las rabietas de mis hijos?
Como madre de dos niños enérgicos, he vivido mi cuota de momentos desafiantes. Las rabietas, esos estallidos de ira y frustración, pueden convertir la vida cotidiana en un campo de batalla emocional, pero, a lo largo de los años, he aprendido a manejar estas situaciones de manera efectiva así que permíteme compartir contigo mi historia y las estrategias que me ayudaron a recuperar la armonía en casa.
Cuando mi hijo mayor tenía alrededor de 4 años, las rabietas se convirtieron en una parte regular de nuestras vidas, a veces, parecía que su enojo no tenía límites, yo por mi parte me sentía agotada, impotente y preocupada por su bienestar a largo plazo.
¿Cómo podríamos superar esto sin afectar nuestra relación madre-hijo?
Buscando una solución
Investigué, leí libros y hablé con otros padres y fue así que descubrí que no estaba sola en esta lucha, allí fuera había todo un mundo de padres enfrentándose desafíos similares, así que decidí tomar medidas y encontré el “Taller de gestión de la ira” que me ayudo a concienciarme y focalizar el problema. A diferencia de muchos otros programas online, este taller no se limita a lecciones pregrabadas, sino que brinda con un grupo privado en Facebook donde puedes compartir tu progreso, inquietudes, éxitos y seguir aprendiendo.
Aquí hay algunas estrategias que aprendí en el curso y que me ayudaron a gestionar las rabietas de mis hijos.
1. La Regla de los Tres Respiraciones
En lugar de reaccionar de inmediato ante una rabieta, comencé a contar hasta tres mientras respiraba profundamente. Esto me dio tiempo para mantener la calma y pensar en una respuesta adecuada y lo que he visto es que a menudo, mi hijo también se calmaba durante ese breve lapso.
2. Escuchar sin Juzgar
En lugar de tratar de razonar con un niño en plena rabieta, simplemente escuchaba. A veces, solo necesitaban expresar su frustración porque al validar sus sentimientos, les ayudaba a sentirse comprendidos y seguros.
3. Establecer Rutinas y Límites Claros
Los niños prosperan con estructura así que establecí horarios regulares para comidas, sueño y actividades. También establecí límites claros sobre lo que era aceptable y lo que no y esto infundio en mis hijos una sensación de seguridad y previsibilidad.
4. Modelar la Gestión Emocional
Comencé a mostrarles cómo manejar mis propias emociones, por ejemplo si me sentía frustrada o enojada, les explicaba cómo me sentía y qué estaba haciendo para calmarme y me di cuenta que ello aprendieron al observarme.
5. Tiempo de Conexión Especial
Dedicaba tiempo exclusivo para cada uno de mis hijos ya sea jugando, leyendo o simplemente charlando, este tiempo fortaleció nuestro vínculo y redujo las rabietas.
Mis conclusiones
Si eres madre, padre o trabajas con niños de 6 a 12 años, te invito probar con el “Taller de gestión de la ira” así aprenderás estrategias prácticas para apoyar el crecimiento emocional de tus hijos y construir relaciones basadas en la confianza y la comunicación.
Te asegura que se puede crear un entorno donde las rabietas se transformen en oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
Recuerda, no estás sola en esto, yo estoy aquí para brindarte todas las herramientas que he probado para ayudarte en una crianza con amor.
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La ira y la frustración son emociones normales en los niños.
Es importante comprender las causas de la ira de tu hijo.
Debes mantener la calma y validar las emociones de tu hijo.
Puedes enseñarle a expresar sus emociones de forma saludable.
Es importante establecer límites claros y ser un buen modelo a seguir.
Si necesitas ayuda, no dudes en buscarla.
¿Te gustaría compartir tu experiencia con la ira y la frustración de tu hijo?
Deja tu comentario en la sección de abajo y únete a la conversación.
¡Toma el control de las emociones de tu hijo y ayúdalo a vivir una vida más plena!
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